LA NOCHE AVANZA
Roberto Gavaldón y el melodrama noir
La noche avanza reúne en ambos lados de la cámara a figuras clave en el desarrollo y consolidación de nuestro cine; entre las más destacadas están las del director Roberto Gavaldón, el fotógrafo Jack Draper, el músico Raúl Lavista, el ingeniero de sonido James L. Fields y el actor Pedro Armendáriz, además de ofrecer en el guion la excelsa contribución de dos figuras fundamentales de la literatura mexicana del siglo XX, los escritores José Revueltas y Luis Spota.
Se trata de un filme definido en forma y contenido en el género cinematográfico llamado cine negro (film noir en el francés original), que permite constatar la madurez creativa y formidable destreza técnica alcanzadas por Gavaldón al momento de la recreación del México moderno y urbano de aquel entonces, la ciudad capital durante el periodo presidencial alemanista, donde detrás del progreso económico que pretende alcanzar el país se da la coexistencia de despiadadas realidades sociales.
En esta película convergen en el otrora deslumbrante Frontón México, con su festivo deporte de la pelota vasca (más precisamente su variante de cesta punta o jai-alai), una serie de personajes pertenecientes a la clase burguesa y el crimen organizado, dominados por el egoísmo, la traición, el materialismo y la codicia.
En ella, el arrogante pelotari Marcos Arizmendi, encarnado por un sublime Armendáriz, se beneficia y disfruta de la fama que le aporta sobresalir en la práctica de su deporte. Sin embargo, este antihéroe clásico del género destaca sobre todo por exhibir los detalles más oscuros y nocivos de su personalidad y aspiraciones sociales en las distintas relaciones que mantiene con las mujeres que lo rodean: la cantante de cabaret Lucrecia (Eva Martino), la madura y supuestamente adinerada Sara (Anita Blanch) y la joven de buena familia Rebeca (Rebeca Iturbide), a las que exprime emocional y económicamente, para mantener su ego elevado e intentar preservar un lujoso nivel de vida, que rebasa ampliamente sus ingresos profesionales.
Entre tantos detalles que enaltecen el filme, mención aparte merece el oficio cinematográfico de Gavaldón, que alcanza excepcionales registros al mostrar de manera dinámica, intensa y puntual la práctica de la pelota vasca, la composición de su público y los detalles más siniestros del ambiente de apuestas que la rodean.
En esa composición, confección de personajes y ambientes urbanos sórdidos y vibrantes surgen como imprescindibles artífices creativos José Revueltas y Luis Spota, quienes más allá de sus trabajos con Gavaldón, desarrollaron una prolífica y celebrada trayectoria cinematográfica.
José Revueltas en particular participó como guionista o director de 47 obras (39 acreditan otras fuentes), donde las 12 colaboraciones con Gavaldón conservan un lugar especial en la memoria fílmica de la nación (destacan aparte de la presente, La otra, 1946; A la sombra del puente, ídem; La diosa arrodillada, 1947; y, En la palma de tu mano, 1950). Igualmente, Spota también llegó a dirigir y en conjunto con su destacada labor de guionista acumuló experiencia fílmica en cerca de 40 películas.
A ambos, sumarse a las empresas fílmicas de Gavaldón les significó ganar el Premio Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencia Cinematográficas (Spota por el argumento de En la palma de tu mano, y Revueltas por la adaptación de La otra).
Así, La noche avanza es de las obras de Gavaldón que dan cuenta del notable nivel alcanzado por nuestra industria fílmica, que no solo produce mucho en ese tiempo, sino que es capaz de competir con las cinematografías nacionales de vanguardia, respecto a la calidad artística de las películas de sus más destacados cineastas.